Tiempo

Y luego, las bodas, a veces ahí es el trabajo, y quizá con cierto desdén las he abordado, antes no había tenido la oportunidad de entablar pláticas con la familia y la novia, ser confidente en ese momento de que quieren correr, que necesitan aferrarse a una imagen y con paciencia tomar el cambio radical que les espera…

Es hasta que le toca a uno experimentar el amor efímero, donde se considera que las treguas con lo cotidiano ayudan a comprender que hoy soy feliz y lo tengo todo, a pesar de que dentro de muy poco no habrá más.

Soñé que te marchabas y más que nunca siento en el tiempo.